"Gracias Cerati por la música para tirar" ha sido por años una joda recurrente entre mis amigos y yo, y la verdad es que hay que apreciar el poder erótico que tenía su sonido y letra, pero más allá de la joda, las canciones de Gustavo Cerati han sido la banda sonora de algunas de las mejores y peores partes de mi vida, especialmente en los últimos años.
No sé muy bien qué puedo decir de un artista del que se ha dicho tanto, pero sentía esta especie de deber poco justificado de escribir algo parecido a una necrología desde la admiración. Hace un rato hablaba con una amiga sobre lo raro que era sentirse genuinamente triste por la muerte de una persona famosa, como si lo hubieras conocido aunque fuera de vista.
Es fácil decir que Gustavo fue pionero del rock en nuestro idioma, que es parte de la cultura popular latinoamericana, que varias de sus canciones tanto como solista como con Soda son himnos. Es fácil y justificado decir que todos los que lo escuchábamos lo vamos a recordar por eso, pero, ¿qué explica la tristeza verdadera y genuina? pues, que Cerati te hablaba. Directamente. A ti, como si él en efecto te conociera bastante bien, te cantaba para ser preciso. Y no siempre lo entendías bien, no siempre entendías exactamente qué estaba diciendo, pero sabías que tenía que ver contigo, te transportaba a un estado mental y recordabas a alguien en algún sitio como si esa canción que sonaba de fondo mientras te bajabas tu birra te estuviera taladrando un poquito la mente. Y tú sin darte cuenta de nada solo movías los pies
Eso se llama poesía
No creo ser yo el que vaya a acuñar esto, pero para mi el efecto que acabo de mencionar es poesía, poesía hipnótica y musical, algo sublime que no se explica bien pero que que es extremadamente específico y directo, súmale a eso el rock y tienes algo distinto y bastante perdurable.
Finalmente creo (y esto es una intepretación muy personal) que si escuchas las canciones de Gustavo con atención, especialmente su carrera solista, encontrarás que todo va a estar bien, un mensaje totalmente reconfortante todo me sirve, nada se pierde. yo lo transformo. Cuando mi mente trabaja sobretiempo busco en mi teléfono cualquiera de sus piezas y dejo de pensar un rato, me pierdo y me siento bien. ¿Cómo coño no me va a hacer sentir mal la muerte de este tipo?.
Después de cuatro años, la muerte es seguramente el camino más piadoso para el ícono argentino, seguramente todos lo pensamos así, es lo más humano. Lo vamos a extrañar, pero también lo vamos a escuchar y rápidamente recordaremos que, en efecto, todo va a estar bien al final.
"...tarda en llegar y al final hay recompensa..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario