¿Por qué en las películas venezolanas es tan difícil que los diálogos suenen naturales? no sé si es simplemente obra de una mente quisquillosa como la mia, lo cierto es que he descubierto que de ser así somos muchas las mentes quisquillosas que van a ver cine nacional.
Tomemos como ejemplo La distancia más larga, cinta de Cludia Pinto que se estrenó recientemente en todo el país. Los diálogos la matan, parece un comercial o el doblaje de alguna película gringa que te aguantas en TNT un domingo por la tarde, no es que me encantaran los otros aspectos que Pinto ofrece (la trama está llena de conveniencias y algunos de los actores son bastante objetables), pero no puedo evitar pensar que si hubieran recortado los parlamentos por la mitad, mi opinión sobre "La distancia" sería mucho más favorable, los momentos callados son bastante efectivos y el imponente Roraima como escenario se presta para contar una historia visual.
No quiero que el texto suene como un ataque personal a la película, la verdad es que no recuerdo la última vez que fui a ver una producción venezolana y no hubiera al menos una escena donde lo que decía un personaje me sacara de la ilusión con el típico "nadie habla así" pasándome por la mente, es como si no lográramos encontrar un equilibrio de conversaciones hiladas de manera natural e inteligente, siempre terminamos en frases teatrales sobreactuadas o recurrimos al facilismo de hablar malandreado.
En ocasiones he intentado escribir guiones (con énfasis en el "intentado") y he podido experimentar el problema desde el otro lado de la cámara. Por mas que tratara de escribir personajes que hablaran como yo o cualquiera que conozca siempre terminan apareciendo lineas que se notan forzadas, bien se le podría achacar a mi poca experiencia o habilidad como escritor, pero más allá de eso pareciera ser un problema en la forma en la que los venezolanos nos expresamos, esa naturalidad rítmica tropical no es fácilmente capturada en diálogos estructurados. Tal vez la improvisación es la única forma de sonar genuinamente "normales" pero los argumentos necesitan estructuras y sobre todo, el cine venezolano necesita un esfuerzo en mejorar la calidad de su producto (no solo a nivel guión pero eso es para otro rant), se trata de encontrar una voz propia y de no concebir nuestras historias como extrapolaciones de cosas que funcionan en películas extranjeras que casi nunca funcionan para nosotros, un lenguaje literario que fluya con naturalidad.
Cierro haciendo la salvedad de que he visto películas donde, en efecto, me he sentido muy cómodo con la forma de hablar de los personajes (Hermano, Azul y no tan rosa, Elipsis) y casualmente, o no, son algunas de las mejores que he visto hechas acá. El tema es encontrar la voz, que es un tema aún más complicado que saber hacer cine, pero una vez la encuentras ya tienes la mitad de la guerra ganada.
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